martes, 25 de marzo de 2008

Hasta en Berlín se baila el Chiki chiki


1! (de rojo) EL BREIKINDANCE!
2! (de verde) EL CRUSAÍTO
Y quien no lo vea, es que no lo quiere ver!
Este año en Eurovisión, arrasamos!!!

lunes, 17 de marzo de 2008

La flor blanca


Ya comienzan a verse las primeras flores de azahar... Si el sol sigue calentando como en estos días de atrás, abrirá todos los racimos de flor blanca de las ramas, de los árboles, de las calles, de las plazas, de la ciudad, de los campos... y todo se llenará de su perfume.
Olor de primavera.

domingo, 16 de marzo de 2008

Para cuando vuelva

ARROZ AL HORNO

Ingredientes
1 cazuela plana de barro de 35 cm. de diámetro (para 4 o 6 raciones)
Caldo de cocido, o sea con un trozo de ternera, algo de cerdo a poder ser meloso, (oreja, morro, patas), huesos y algo de ave (pollo o gallina)
Arroz, de buena calidad, pero no largo, ni tratado.
1 cabeza de ajos secos.
¼ kg. De magro de cerdo troceado menudo.
Morcillas de cebolla (una por ración)
1 patata mediana, cortada a ruedas y frita.
1 tazón de garbanzos cocidos
Azafrán y colorante

Preparación
El caldo se pone a calentar hasta la ebullición, mientras tanto se disponen en la cazuela los ingredientes, primero el arroz (una taza de café de las grandes, por persona) se le mezcla el magro previamente sofrito y si queda algo de carne del cocido también, en el centro se pone la cabeza de ajos, las morcillas, en plan radial, las patatas en los huecos y finalmente se extienden por la superficie los garbanzos.
Cuando el horno está caliente, se le añade el caldo, dos tazas por una de arroz y también el azafrán y el colorante, el caldo debe rectificarse de sal para que este salado, porque sino el arroz resulta muy soso.
Tarda de 20 a 30 minutos, debe quedar seco completamente y se deja reposar 5 minutos antes de servir.


Siguiendo una de esas tradiciones o manías... siempre le dejo encargado a mi madre lo que me apetecería comer el día de regreso de un viaje.
Esta vez le he pedido arroz al horno... sólo de buscar la receta, me ha entrado hambre.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Lo que me merezco


Descubrí dospalabrotas a través de las paredes de mi barrio... Antes me los encontraba... ahora los busco.
Fdo: Una admiradora (ahora confesa)

sábado, 8 de marzo de 2008

Tirarse a la pircina

Se me había olvidado cuan agradable es bañarse en la pircina... Despues de haberme tirado a un par de pircinas vacías y en alguna que otra balsa de riego, aprendí a contenerme, a pasearme por el borde, y mirar. Como mucho un chapuzón. Pero sin dejar que el agua me mojase apenas.

Cuando se lleva tiempo bordeando las pircinas sin saltar al agua... llega un momento en que, aunque se sepa nadar, ya no se siente la necesidad de darse un baño. Lo más que se llega es a tocar el agua para comprobar la temperatura.

Hace poco decidí saltar de nuevo, y ahora nado feliz en una pircina de agua binaria.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Monólogos compartidos (I)

En el cuarto de baño están los niños y niñas del grupo de 2 a 3 años:

T: Tu tienes pene?- Se gira hacia la educadora: Tiene pene?
Educadora: Si, claro, porque es un chico
T: Ah.... - se queda pensativa- mi padre no tiene pene...
Educadora: Si tiene, todos los chicos tienen pene
T: No! Mi padre no tiene pene!
M: No tiene peine tu padre?
T: No
M: Pues mi madre si tiene peine... y me peina los moños para las falleras... -va diciendo mientras sale del cuarto de baño.

martes, 4 de marzo de 2008

火曜日


Hoy ha sido el primero de los 4 días curiosos que nos ofrece el calendario romano: el primero de los cuatro martes de marzo. Ambos, mes y día, reciben sus nombres de Marte (Dios de la Guerra) Un día marciano en el que te puede pasar cualquier cosa.
Este martes ha sido tan especial, que bien se merece una entrada especial en el blog.


sábado, 1 de marzo de 2008

Ya huele a polvora


Hoy ha sido la primera mascletà y el aire se ha impregnado con el aroma de la pólvora que tanto me gusta. He estado un poco lejos, por estar a la sombra... pero creo que para la siguiente, que posiblemente sea mi última mascletà del año, ya tengo claro dónde me voy a buscar el rinconcito: junto al terremoto final, donde la mascletà coge su máximo nivel.